Kouign Amann, una exquisitez elaborada a base de restos de croissant
El kouign (bollo) amann (mantequilla) surgió en Bretaña en 1860 fruto de la necesidad. Fue el conocidísimo panadero Yves-René Scordia quien un día, ante la falta de postres que vender en su tienda, creó un bollo con los ingredientes que tenía disponibles en ese momento: masa del pan sobrante; azúcar y mantequilla. Fue tal el éxito de este delicioso accidente culinario que en 1999 los pasteleros de la zona bretona crearon la Asociación del Kouign amann, para conservar su herencia.
Marcos Costa, el maestro pastelero al frente de nuestro Vanille Bakery Lab, no dudó en incorporarlo a su lista de creaciones artesanas, haciendo suya la receta de este dulce. Hoy día, y tras cuatro años en constante mejora, nos hemos convertido en todo un referente en Madrid, y en España, en la elaboración de esta delicia bretona. Él mismo os cuenta cómo lo elaboramos
“El kouign amann lo elaboramos con la misma masa con la que hacemos los croissants (harina de trigo sin aditivos, leche fresca, mantequilla francesa extra seca y azúcar). Una vez estirada la masa y cortada en triángulos para dar forma al croissant parisino, nos sobran unas puntas, las cuáles volvemos a juntar en una nueva placa y damos otro pliegue más (sumados a los pliegues que hemos dado previamente) para dar paso al Kouign Amann. Posteriormente se corta la masa en pequeñas piezas cuadradas, un toque de azúcar, las metemos al horno y ¡voila! Se hace la magia. El resultado es sencillamente espectacular: Un postre con verdadero sabor a mantequilla, crujiente y caramelizado por fuera y tierno por dentro.” Una verdadera explosión de sabor totalmente adictiva, que el propio Marcos, y todo el equipo, recomienda comer con moderación, aunque sea difícil.
Puedes compralo aquí, y no olvides compartir en comentarios tu experiencia.
Están deliciosos, los mejores que he probado sin duda
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